El Aula del Motor de la Universidad de Córdoba, ubicada en el Parque Tecnológico de Córdoba, ha reunido esta semana a un centenar de alumnos y profesores a través de un proyecto, financiado por el Ministerio de Educación, para fomentar la transferencia del conocimiento en la Formación Profesional (FP)
Los alumnos, procedentes de los centros educativos IES Emilio Canalejo, de Montilla, y el IES Mateo Alemán, de Alcalá de Henares, han participado en sendas jornadas de formación organizadas con el objetivo de mostrar las oportunidades laborales que promueve la mecánica de competición en raid.
El encuentro estaba dividido en diferentes talleres prácticos donde tanto alumnos como profesores han podido conocer de cerca la mecánica de los vehículos la competición y todo lo que rodea al mundo del motor. Algunos de estos talleres estaban relacionados con la restauración de coches clásicos, el funcionamiento del vehículo fabricado por el Aula del Motor para la competición de Fórmula Student o la transformación del vehículo militar Aníbal de motor tradicional a eléctrico.
Otro de los talleres ha sido impartido en las instalaciones de la empresa Ciudatel 3D, colaboradora del Aula del Motor, y ubicada también en el Parque Tecnológico. En esta empresa los estudiantes han podido adentrarse en el mundo de la impresión aditiva, muy útil para piezas concretas del vehículo que son difíciles de encontrar en el mercado.
Otra de las empresas que participan en el proyecto es RACE, que “celebrará en dos semanas unas jornadas sobre aspectos del pilotaje para competición y seguridad vial”, según ha explicado el director del Aula del Motor, Rafael Pérez. En el proyecto participa también Automode Event, empresa de organización de eventos deportivos. Los alumnos que han participado en esta actividad podrán asistir a la próxima competición que esta compañía organiza en Marruecos.
Al término de las dos sesiones se celebró una entrega de premios que reconocía a los tres estudiantes que más puntuación habían obtenido en los cuestionarios finales realizados tras cada taller. “Hemos conseguido que los estudiantes se mantuvieran concentrados y activos durante toda la jornada, aprendiendo mucho, como han demostrado en las evaluaciones posteriores”, explicó Rafael Pérez.